Plaza Navona es la más alegre y elegante de todas las plazas romanas, construida en el Estadio de Domiciano en el siglo I d.C. que todavía contiene ese perfil. La plaza es un lugar de encuentro para los romanos y turistas, que adormilados toman el sol y disfrutan del ambiente en los muchos bares..
Si en la antigüedad fue utilizada la plaza para varios juegos y competiciones atléticas (aunque nunca ha visto la carnicería que había en el Coliseo), hoy está poblada por los turistas y los artistas de la calle, previa solicitud, en pocos minutos, pueden dibujarte un fiel retrato o dibujarte una caricatura divertida de sus modelos.
La Fuente de los Cuatro Ríos de Bernini
Imposible no dejarse fascinar por los personajes protagonistas de la fuente que Bernini realizo en el período barroco entre 1648 y 1651 por encargo de papa Inocencio X. Las 4 estatuas representan los grandes ríos de cuatro continentes: el Nilo, el Ganges, el Danubio y el Río de la Plata. La interpretación más común cuenta que esos simbolizan el triunfo de la Iglesia sobre las cuatro partes del mundo.
Hay momentos del año en que la plaza está vacía, especialmente por la tarde, cuando se vuelve noche. Los mejores momentos son aquellos en los que caminar por todo su perímetro, oír el ruido del agua en la maravillosa fuente y vivir la atmósfera especial que sólo Roma puede ofrecer.
La leyenda
La leyenda cuenta que el personaje principal de la fuente tenía levantada la mano para defenderse de la Iglesia de Santa Inés, la obra de Borromini, rival y contemporáneo de Bernini.
Navidad en Plaza Navona
Durante la Navidad, la plaza se llena por un famoso mercado multicolor y alegre, donde se pueden comprar pesebres, decoraciones y dulces. Un verdadero placer para los mas pequeños que alcanza su punto culminante en la noche entre el 5 y el 6 de enero, cuando la «Befana» (La Bruja Buena) vuela y entrega los dulces y regalos a los niños que durante el año tuvieron un buen desempeño y carbón (dulce y delicioso) a quien no fue obediente.